Las instituciones financieras están conscientes que a medida que la tecnología avanza a un ritmo rápido, los gastos de inversión también crecen. Pero también saben que permanecer al margen ya no es una opción; de hecho, es un mandato para seguir siendo competitivo.
En pocas palabras, las instituciones financieras que no estén en un camino acelerado hacia la transformación digital, estarán en desventaja con respecto a sus competidores.
Invertir en seguridad supera los costos
A medida que avanza la tecnología en la industria financiera, también lo hacen las amenazas cibernéticas y las regulaciones. Por ambos flancos la institución financiera puede perder millones de pesos, ya sea por multas de los reguladores por no cumplir las normas de ciberseguridad, o por una violación de los ciberdelincuentes que provoque robos de efectivo, secuestro de información (ransomware) o deje inhabilitados los sistemas de pagos.
En todas estas situaciones, las instituciones financieras no solo enfrentarían la pérdida de dinero, sino también la pérdida de confianza de sus clientes. ¿Quién podría confiar en una institución financiera que ha sido vulnerada y ha perdido dinero?
Dependiendo del grado de incumplimiento en las medidas de seguridad, la Ley del Banco de México establece multas a las instituciones financieras de hasta 100 mil salarios mínimos, o un porcentaje de su capital conforme a la Ley de Instituciones de Crédito.
Las inversiones necesarias en soluciones de seguridad y fraude financiero te protegerán contra las violaciones de la privacidad de los datos y los ataques cibernéticos. Es por eso que la importancia de invertir en medidas de seguridad no puede subestimarse: si los consumidores no confían en tu institución, es probable que no utilicen tus servicios o limitarán sus interacciones.
Más beneficios por tu dinero
Un beneficio significativo de la transformación digital bancaria son las eficiencias de costos que pueden ocurrir, ya sea a través de un cambio directo de proceso y automatización u orgánicamente a medida que toda la organización trabaja de manera más eficiente.
La tecnología reducirá los costos a medida que las redundancias y los sistemas aislados se modernicen y se vuelvan más receptivos y resistentes.
- Omnicanalidad. Muchas instituciones financieras han construido una infraestructura aislada por diseño, con el objetivo de optimizar la participación en canales individuales. Si bien esta era la mejor práctica hace aproximadamente una década, el viaje omnicanal rige la experiencia del consumidor. Sin mencionar que una infraestructura fragmentada es costosa y está llena de procesos manuales, laboriosos y, a menudo, redundantes.
- Seguridad mejorada en todos los niveles de manejo de datos. El cifrado de datos salva a los bancos de fugas de información externas e internas a fraudes y competidores. Lo más importante es que aumenta la seguridad de las transacciones.
- Operación más rápida y menores tiempos de espera. A los clientes no les gusta esperar, especialmente cuando confiaron en su banco grandes sumas de dinero. Los sistemas de Nubes Híbridas, enlaces VPL y Cloud Firewall garantizan un procesamiento de transacciones rápido y seguro.
Evita la obsolescencia
Para la industria financiera, la obsolescencia tecnológica es un problema que se puede evitar con soluciones remotas. Debido a que los servicios en la nube permiten la previsibilidad, adaptabilidad, escalabilidad y capacidad de ajuste, la nube tiene las capacidades para luchar contra la obsolescencia.
Los servicios en la nube son flexibles en capacidad y pueden manejar el hardware y software fuera del sitio (a través de la nube), de hecho los servicios en la nube permiten la actualización de gran parte de la infraestructura de una empresa. Al invertir en servicios en la nube, la actualización del software y hardware es ahora un requisito del proveedor de ese servicio.
Como en la mayoría de las industrias, en el sector financiero la transformación digital a simple vista puede parecer costosa, sin embargo una institución financiera debe considerar este hecho e invertir los recursos necesarios para una implementación exitosa.