Uno de los cambios más relevantes que trajo la pandemia fue la adopción del teletrabajo, trabajo remoto o home office. Antes de 2020 muchas empresas no confiaban en que la gente pudiera realizar sus actividades fuera de una oficina o centro de trabajo y alcanzar las metas deseadas.
De acuerdo con la empresa Great Place to Work, antes de la pandemia solamente el 25% de las empresas en México tenían el trabajo remoto considerado como estrategia y, en muchos casos, se otorgaba como un premio o una prestación para los empleados.

Cuando la realidad del mundo exigió buscar alternativas para mantener la continuidad en las operaciones y darnos cuenta de que el trabajo es una acción, no una oficina, una gran cantidad de organizaciones adoptaron esta medida emergente y el 40% notaron que la eficiencia laboral mejoró bajo esta modalidad que para muchos era algo desconocido y amenazante.

Sin embargo, nos fuimos dando cuenta de que el verdadero reto estaba en invertir en tecnología más allá de computadoras portátiles, sino en sistemas y plataformas estratégicas que permitan a todos los colaboradores contar con la información y datos para realizar su trabajo, y operar fluidamente bajo esquemas de colaboración, independientemente de la función que cumplan. Bajo este escenario, los usuarios adoptaron soluciones alternativas, como servicio SaaS.

La clave está en la disponibilidad de la información y en el acceso que pueden tener las personas que intervienen en el proceso desde el lugar en el que se encuentran y en el momento que lo necesiten, como lo permite Symphony de MCM Telecom para integrar todas las herramientas que se utilizan en la empresa, respaldar la calidad de los procesos y dar agilidad a los intercambios de datos.

El home office no ha terminado. Si bien las condiciones de salud actuales permiten que muchas personas vuelvan a trabajar de manera presencial, es un hecho que el trabajo remoto permanecerá, así como los esquemas híbridos que muchos negocios han adoptado y claramente resultan beneficiosos para la empresa y para los colaboradores.

Un reto importante del trabajo híbrido es que tanto en la oficina o en el lugar sede, como en los hogares o cualquier punto de donde se conectan los usuarios mantengan la misma disponibilidad y acceso a las herramientas que se requieren cotidianamente, y que, además, estén integradas en una sola aplicación desde la cual puedan acceder y consultar, lo cual dará como resultado mayor productividad, interfaces más limpias y mejor aprovechamiento de recursos donde quiera que el usuario se encuentre.

A través de una plataforma como Symphony se puede obtener esa flexibilidad y disponibilidad para hacer el trabajo a distancia exitosamente, por una parte, procurando el acceso a las herramientas de trabajo y, por otra, manteniendo el contacto personal a través de teleconferencias estables, así como el trabajo en equipo a través de documentos compartidos.

Asimismo, es posible establecer contacto con los clientes en cualquier lugar y atender a sus necesidades en tiempo y forma, dar seguimiento a actividades colaborativas y procesos en línea de manera eficiente y segura, además de la posibilidad de medir la eficiencia del trabajo y el cumplimiento de objetivos personales sin necesidad de permanecer en el mismo sitio.

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